HIARA, ALEJANDRO Y ALEJO

Esta es por muchísimas cosas la experiencia mas hermosa, intensa y divertida de toda mi vida. Nuestro bebé puso a prueba la fortaleza que tenemos como pareja, lo que seremos como padres y por supuesto, la fuerza que hay en mi, como mujer consciente de mi cuerpo y mis deseos en todo momento.

A Karina Ledesma agradececerle es poco, para lo que representa ahora para nosotros; la vida siempre te pone en el camino a las personas correctas, cuando lo pides con todas tus fuerzas y tu compañía, apoyo, guía, logística, significaron que solo tuvieramos que creer en que todo estaría bien.

Sobre mi trabajo de parto, recuerdo estar en una especie de trance, en el que logré siempre identificar la voz de mi esposo Alejandro Ybarra y de la Doc Karina, cada uno guiándome y apoyándome para que no perdiera mis fuerzas. Recuerdo un dolor hermoso, suena muy raro pero así lo recuerdo y por supuesto que no olvido el momento en que, por primera vez, pude tocar y oler a nuestro hijo sobre mi vientre, con mi adorado esposo en un lado y mi papá en el otro.

Soy muy afortunada de poder tener a los tres hombres mas importantes de mi vida, conmigo. El equipo que nos acompañó, se portó super bien desde que llegamos a urgencias hasta que salimos nuevamente por la puerta grande en el Hospital Angeles, en familia, felices, llenos de dicha, de satisfacción y de anécdotas que cada quien va recordando y nos hacen retorcer de la risa.

Este capítulo de nuestro libro tiene un final muy feliz: Alejandro está con nosotros; en esta familia ya somos media docena (Hay tres peludos que ahora reciben a Alejo con orejas y colas en alto) y nos acompaña el abuelo que jamás olvidará la experiencia. Estamos rodeados de buenos amigos, buenos deseos, hermosas energías. No hay mas que pedir a la vida, que muchas familias puedan vivir experiencias hermosas como la nuestra y que te conceda muchos años y salud Doc Karina, para que los puedas acompañar.

Gracias, miles de gracias, por hacer realidad nuestros sueños.